Crisis de la deuda soberana vía CDS se acerca al núcleo duro de Europa
Por Marco Antonio Moreno
El núcleo europeo no escapa a la pandemia de la deuda soberana que asola a la periferia. El costo de los CDS aumentó 9 puntos para Francia y 6 puntos para Alemania demostrando que estos países no están exentos de la voracidad de los mercados. La crisis de la eurozona va alcanzando un climax insostenible a medida que se asume la calidad de bonos basura de Grecia, Irlanda y Portugal, países comprobadamente insolventes. La incertidumbre que se ciñe sobre España e Italia puede aumentar aún más la presión financiera, limitando seriamente el crédito y los flujos de pago.
El inminente contagio a Francia y Alemania refleja que la crisis de los frankenstein financieros es total y que toda la zona euro está en crisis. La incapacidad de los líderes de la UE para evitar el contagio y frenar la pandemia demuestra lo poco ponderada que fue esta crisis desde sus inicios, dominada por la hegemonía triunfante de que todo estaba bien y que cualquier contratiempo sería transitorio. Esta vez, y apenas el huracán comience a cruzar la frontera francesa, se acabará el juego de inmediato pues eso indicará que el colapso financiero se ha completado.
Los líderes europeos celebrarán una cumbre especial esta semana en un nuevo intento por contener la crisis, dado que las pruebas de solvencia han demostrado ser una farsa al no considerar el creciente aumento del costo de la deuda vía CDS y el estrangulamiento que significa para la economía mundial. Ideadas para calmar a los mercados, estas pruebas lo han enfurecido aún más debido a que el riesgo de incumplimiento es inevitable y no ha existido voluntad política para realizar una reestructuración de la deuda. Menos voluntad ha existido para determinar la deuda odiosa y reconocer que una parte de esa deuda no merece ser pagada.
Los cds griegos a cinco años saltaron ayer 92 puntos básicos, hasta el 2.507 puntos (25,07%). Irlanda subió 47 puntos básicos, hasta el 1.181; Italia aumentó 20 puntos hasta 326 y Portugal se elevó de 54 puntos hasta 1.200. Cada punto básico en una transferencia de crédito vía CDS que protege 10 millones de euros de deuda a cinco años, obliga a pagar 1.000 euros al año. Esto indica que Grecia se ve obligada a pagar 2,5 millones de euros al año (en concepto de intereses) por cada préstamo de 10 millones de euros. Nótese que en el caso de los CDS a dos años (ver gráfica), el costo llega al 35%. ¿Es esto posible y sostenible?. Para nada. Se trata simplemente del sistema más abusivo, corrupto y usurero creado por los genios de las finanzas que aprovecharon la vacuidad e ignorancia de todo el mundo, y la complicidad de los serviles al libre mercado.
La confusión que reina en la eurozona la tiene sumida en la inestabilidad total. Tres años de patear el problema hacia adelante sin enfrentarlo comienza a pasar la cuenta. En estos tres años miles de millones de euros buenos han reemplazado a miles de millones de euros malos, ocasionando un grave daño a los gobiernos y a los contribuyentes. Los requerimientos de una mayor integración económica, fiscal y política se hacen cada vez más lejanos y las negativas a reestructurar la deuda y reconocer la deuda odiosa estan conduciendo a más crisis bancarias, a mayor pánico y volatilidad y auna ruptura final de la unión monetaria. Sólo una estrategia de unidad política y fiscal puede salvar en estos momentos a Europa.
El núcleo europeo no escapa a la pandemia de la deuda soberana que asola a la periferia. El costo de los CDS aumentó 9 puntos para Francia y 6 puntos para Alemania demostrando que estos países no están exentos de la voracidad de los mercados. La crisis de la eurozona va alcanzando un climax insostenible a medida que se asume la calidad de bonos basura de Grecia, Irlanda y Portugal, países comprobadamente insolventes. La incertidumbre que se ciñe sobre España e Italia puede aumentar aún más la presión financiera, limitando seriamente el crédito y los flujos de pago.
El inminente contagio a Francia y Alemania refleja que la crisis de los frankenstein financieros es total y que toda la zona euro está en crisis. La incapacidad de los líderes de la UE para evitar el contagio y frenar la pandemia demuestra lo poco ponderada que fue esta crisis desde sus inicios, dominada por la hegemonía triunfante de que todo estaba bien y que cualquier contratiempo sería transitorio. Esta vez, y apenas el huracán comience a cruzar la frontera francesa, se acabará el juego de inmediato pues eso indicará que el colapso financiero se ha completado.
Los líderes europeos celebrarán una cumbre especial esta semana en un nuevo intento por contener la crisis, dado que las pruebas de solvencia han demostrado ser una farsa al no considerar el creciente aumento del costo de la deuda vía CDS y el estrangulamiento que significa para la economía mundial. Ideadas para calmar a los mercados, estas pruebas lo han enfurecido aún más debido a que el riesgo de incumplimiento es inevitable y no ha existido voluntad política para realizar una reestructuración de la deuda. Menos voluntad ha existido para determinar la deuda odiosa y reconocer que una parte de esa deuda no merece ser pagada.
Los cds griegos a cinco años saltaron ayer 92 puntos básicos, hasta el 2.507 puntos (25,07%). Irlanda subió 47 puntos básicos, hasta el 1.181; Italia aumentó 20 puntos hasta 326 y Portugal se elevó de 54 puntos hasta 1.200. Cada punto básico en una transferencia de crédito vía CDS que protege 10 millones de euros de deuda a cinco años, obliga a pagar 1.000 euros al año. Esto indica que Grecia se ve obligada a pagar 2,5 millones de euros al año (en concepto de intereses) por cada préstamo de 10 millones de euros. Nótese que en el caso de los CDS a dos años (ver gráfica), el costo llega al 35%. ¿Es esto posible y sostenible?. Para nada. Se trata simplemente del sistema más abusivo, corrupto y usurero creado por los genios de las finanzas que aprovecharon la vacuidad e ignorancia de todo el mundo, y la complicidad de los serviles al libre mercado.
La confusión que reina en la eurozona la tiene sumida en la inestabilidad total. Tres años de patear el problema hacia adelante sin enfrentarlo comienza a pasar la cuenta. En estos tres años miles de millones de euros buenos han reemplazado a miles de millones de euros malos, ocasionando un grave daño a los gobiernos y a los contribuyentes. Los requerimientos de una mayor integración económica, fiscal y política se hacen cada vez más lejanos y las negativas a reestructurar la deuda y reconocer la deuda odiosa estan conduciendo a más crisis bancarias, a mayor pánico y volatilidad y auna ruptura final de la unión monetaria. Sólo una estrategia de unidad política y fiscal puede salvar en estos momentos a Europa.
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