Tras el rescate a la banca, España se entrega al control supranacional de la Comisión Europea
Por Marco Antonio Moreno
A diez dias de que el gobierno de Mariano Rajoy señalara enfaticamente que España no requeriría un rescate, y a dos años de que el anterior gobernante dijera al planeta que España tenía la banca más sólida del mundo, por fin se ha llegado a la versión correcta: España está igual que Grecia. Y después que se trató a los griegos de flojos, borrachos y corruptos, no sé lo que dirán de los españoles ahora que los hombres de negro preparan su arribo para intervenir a la banca y al propio gobierno.
Por ello que lo que fue mil veces negado ahora se ha hecho presente en toda su dimensión. Y sólo me gustaría ver la cara de aquellos que negaban que la crisis que estalló en 2008 adquiriría las dramáticas dimensiones de las que vengo hablando desde entonces. Esto es parte de la ceguera de la cual muchos participaron pensando que las finanzas eran el muro más sólido del planeta, olvidando que en verdad todo lo sólido se desvanece en el aire. Los rescates a la banca simplemente han continuado, para evitar el colapso del sistema financiero.
Desde el estallido de la crisis financiera y el desvanecimiento de ese gran castillo de naipes en que se convirtió la economía mundial, es que vengo advirtiendo de las falencias del sistema financiero ponzi que se hizo dominante tras la desregulación total de los mercados financieros (Ley Glass-Steagal incluida). Todo lo que ha ocurrido no ha sido producto del azar sino de la fe ciega de aquellos que optaron por dejar todo al libre arbitrio del mercado, sin pensar que el mercado es gobernado por los intereses de las grandes corporaciones que dominan el mundo. Intereses crematísticos que benefician a menos del 1% de la gente. De ahí la revolución desatada por el 99%. (ver Los orígenes de la desigualdad entre los hombres, o Los estragos regresivos del Neoliberalismo)
A estas alturas, nadie debería dudar que son las grandes corporaciones las que gobiernan y que los supuestos gobiernos democráticos no son más que simples marionetas de estos intereses que el individuo de a pié ignora totalmente. Por eso que el romanticismo de aquellos que creen que dejar todo en manos del mercado, como si todos los interactuantes del mercado tuviéramos el mismo nivel de participación e intereses (ver el equilibrio general walrasiano), no deja de ser una ingenuidad. Una cosa es el mercado en los tiempos de Jean Baptiste Say o Adam Smith, pero otra en los mercados actuales. Y de hecho, Adam Smith (el padre del liberalismo económico) jamás fue partícipe del laissez-faire que hunde a los países. De ahí que se requiere gobiernos fuertes que ejerzan un control eficaz contra las torpezas de lo que se llama mercado; y no gobiernos débiles que dejen toda la cancha abierta a la vía de los fraudes y la corrupción que potencia el “mercado”. Por eso llegan los hombres de negro a España.
Los “hombres de negro”
La intervención de los “hombres de negro” que comenzará a partir de este lunes en España (subrayo lo de los hombres de negro porque el ministro Montoro señaló que a España no entrarían jamás los hombre de negro) no es más que el primer paso a lo que Angela Merkel llama la verdadera integración bancaria europea, paso iniciático para la unión política que requiere Europa que consolide la Unión Fiscal. Pero esto, que quede constancia, significa la sumisión de España al control supranacional que demandará la Unión Europea para la supervivencia del euro.A estas alturas no tiene objeto recordar (a menos que sea alguien que de mayor quiera ser especulador) que el motivo del rescate no es más que la fraudulenta banca privada del país, justamente manejada por los especuladores que en este blog han sido tan defendidos. Ahora que la batalla entre los especuladores y la Comunidad Europea se hará más encarnizada, habrá que ver en qué punto se rompe la cuerda: si ganan los especuladores, será el fin del euro; si gana la Comunidad Europea, habrá un gobierno central europeo por sobre el de los países… ¿les recuerda algo?
Por el momento, Angela Merkel ha dado el visto bueno a la aplicación de la Tasa Tobin para el control de los flujos financieros y los capitales especulativos, una idea que llega (para variar) con retraso si tomamos en cuenta que sólo en los tres primeros meses de este año ha significado la fuga de 100 mil millones de euros de la banca española, casi la misma suma del anunciado “plan de rescate”. ¿Rescate?
Por otra parte, y como he señalado en el post ¿Cuánto dinero necesita España y Europa para la supervivencia del euro?, los requerimientos para una relativa tranquilidad española superan los 500 mil millones de euros, una cifra que hoy no existe para la Comunidad Europea. Y como no existe, la Comunidad Europea simplemente dilata o posterga el problema para más adelante y así justificar en los próximos meses una intervención más radical del gobierno español, tal como se ha hecho en Grecia (y que no ha resuelto ninguno de los problemas griegos). De ahí que este llamado “plan de rescate” sea solo el primer paso. Europa se enfrenta a un nuevo verano del descontento, y esta vez no hay margen de maniobra. La crisis ha calado profundo y los caminos se cierran y no van a ningún sitio seguro.
Comentarios
Publicar un comentario