Para reconociliar austeridad y crecimiento la clave es redistribución
Por Andy Robisnson *
Acabo de encontrar la fórmula mediante la cual el oxímoron populista de Mariano Rajoy -”austeridad sí, crecimiento tambien”- puede convertirse en la consigna responsable de un riguroso plan económico. Sería una gran noticia para el PP de no ser por el hecho de que la única forma de que la austeridad pueda impulsar el crecimiento dentro de los confines del posibilismo económico es si se redistribuye radicalmente la renta desde arriba para abajo.
El herramienta se llama el balanced budget multiplier -multiplicador de presupuesto equilibrado., un instrumento de la política fiscal mediante la cual se puede impulsar el crecimiento sin aumentar el déficit público.Una forma de cuadrar el círculo para economías maltrechas como la española o la italiana carentes de margen para políticas expansivas. ¿Cuál es el secreto? Medidas redistributivas para corregir una creciente polarización de las rentas que, a parte de ser injusta, reduce la demanda agregada en la economía y agrava la recesión..
El multiplicador de presupuesto equilibrado se basa en la idea de que “la austeridad, si se dirige contra los contribuyentes más ricos, no tiene porqué perjudicar la demanda ni el crecimento”, explica Simon Wren-Lewis, de la Universidd de Oxford (Reino Unido) en una entrevista telefónica. “La mejor forma de hacerlo es elevar la inversión pública en sanidad, enseñanza o infraestructura y compensar este gasto con aumentos de impuestos solo a los contribuyentes de elevado poder adquisitivo; el efecto sobre el déficit será nulo”.
El multiplicador es un componente crítico de las polticas anti recesión. La inversión pública en la modernización de un viejo hospital o escuela, por ejemplo, crea puestos de trabajo y gasto en servicios y bienes. Esto , a su vez genera nuevas rentas y estas se gastan tambien. Una inversión inicial de 10.000 euros, con un multiplicador de 1,5 tiene un impacto sobre la demanda final equivalente a 15.000 euros.
La novedad del multiplicador de presupuesto equilibrado< es que se corrija el impacto presupuestario del gasto con subidas de impuestos que no afecten la demanda. De ahi la logica de hacer pagar más a los ricos. “Si subes impuestos provisionalmente a los contribuyentes de rentas altas, ellos reducirán sus ahorros pero no su gasto”, dice Wren-Lewis. “Mientras, las subidas de inversión pública pueden tener un efecto multipicador del 1,5 o más”, calcula.
Es un buen momento para probar la medida.Según el Wealth Report de Cap Gemini[, el número de millonarios en el mundo subió el 8,3% entre 2010 y 2011. Ha subido un 26% desde el 2008. François Hollande , el nuevopresidente francés, ha anunciado algo parecido usando una subida de impuestos sobre renbtas superiores a un millons de euros para financiar la cotnrtacion de miels de neuvos profesores.
Si hay margen también para recortar impuestos a las rentas más bajas todavía mejor. Porque las familas pobres gastan hasta el 100% de cada incremento de su renta.
El multiplicador de presupuesto equilibrado< es una opcion obvia para la periferia europeaa”, dijio el premio Nobel Joe Stigltiz en una conferencia en Roma. Ayudaría a países como España a escaparse de la trampa tendida por mercados esquizofrénicos que exigen austeridad pero castigan el impacto negativo de los ajustes sobre la demanda y el crecimiento.
Desde luego, es de las pocas herramientas que permitirían que el Gobierno español cumpliese con su sueño de “generar crecimiento mediante la austeridad”.
¿Por que no se hace uso de esta herramienta macroeconomica que combina disciplina fiscal, reactivación económica y justicia social? “Porque genera problemas políticos sobre todo para gobiernos de centro derecha como el britanico o el español”, responde Wren-Lewis. “No se atreven a subir impuestos a contribuyentes de rentas altas porque son sus votantes”.
* Es licenciado por la London School of Economics en Ciencias Económicas y Sociología y en Periodismo por El País UAM. Ha sido corresponsal de La Vanguardia en Nueva York. Ha trabajado en España para Cinco Días, Business Week, The Guardian, The New Statesman, Ajo Blanco. Ahora escribe para La Vanguardia y The Nation.
FUENTE : LA VANGUARDIA. COM
Acabo de encontrar la fórmula mediante la cual el oxímoron populista de Mariano Rajoy -”austeridad sí, crecimiento tambien”- puede convertirse en la consigna responsable de un riguroso plan económico. Sería una gran noticia para el PP de no ser por el hecho de que la única forma de que la austeridad pueda impulsar el crecimiento dentro de los confines del posibilismo económico es si se redistribuye radicalmente la renta desde arriba para abajo.
El herramienta se llama el balanced budget multiplier -multiplicador de presupuesto equilibrado., un instrumento de la política fiscal mediante la cual se puede impulsar el crecimiento sin aumentar el déficit público.Una forma de cuadrar el círculo para economías maltrechas como la española o la italiana carentes de margen para políticas expansivas. ¿Cuál es el secreto? Medidas redistributivas para corregir una creciente polarización de las rentas que, a parte de ser injusta, reduce la demanda agregada en la economía y agrava la recesión..
El multiplicador de presupuesto equilibrado se basa en la idea de que “la austeridad, si se dirige contra los contribuyentes más ricos, no tiene porqué perjudicar la demanda ni el crecimento”, explica Simon Wren-Lewis, de la Universidd de Oxford (Reino Unido) en una entrevista telefónica. “La mejor forma de hacerlo es elevar la inversión pública en sanidad, enseñanza o infraestructura y compensar este gasto con aumentos de impuestos solo a los contribuyentes de elevado poder adquisitivo; el efecto sobre el déficit será nulo”.
El multiplicador es un componente crítico de las polticas anti recesión. La inversión pública en la modernización de un viejo hospital o escuela, por ejemplo, crea puestos de trabajo y gasto en servicios y bienes. Esto , a su vez genera nuevas rentas y estas se gastan tambien. Una inversión inicial de 10.000 euros, con un multiplicador de 1,5 tiene un impacto sobre la demanda final equivalente a 15.000 euros.
La novedad del multiplicador de presupuesto equilibrado< es que se corrija el impacto presupuestario del gasto con subidas de impuestos que no afecten la demanda. De ahi la logica de hacer pagar más a los ricos. “Si subes impuestos provisionalmente a los contribuyentes de rentas altas, ellos reducirán sus ahorros pero no su gasto”, dice Wren-Lewis. “Mientras, las subidas de inversión pública pueden tener un efecto multipicador del 1,5 o más”, calcula.
Es un buen momento para probar la medida.Según el Wealth Report de Cap Gemini[, el número de millonarios en el mundo subió el 8,3% entre 2010 y 2011. Ha subido un 26% desde el 2008. François Hollande , el nuevopresidente francés, ha anunciado algo parecido usando una subida de impuestos sobre renbtas superiores a un millons de euros para financiar la cotnrtacion de miels de neuvos profesores.
Si hay margen también para recortar impuestos a las rentas más bajas todavía mejor. Porque las familas pobres gastan hasta el 100% de cada incremento de su renta.
El multiplicador de presupuesto equilibrado< es una opcion obvia para la periferia europeaa”, dijio el premio Nobel Joe Stigltiz en una conferencia en Roma. Ayudaría a países como España a escaparse de la trampa tendida por mercados esquizofrénicos que exigen austeridad pero castigan el impacto negativo de los ajustes sobre la demanda y el crecimiento.
Desde luego, es de las pocas herramientas que permitirían que el Gobierno español cumpliese con su sueño de “generar crecimiento mediante la austeridad”.
¿Por que no se hace uso de esta herramienta macroeconomica que combina disciplina fiscal, reactivación económica y justicia social? “Porque genera problemas políticos sobre todo para gobiernos de centro derecha como el britanico o el español”, responde Wren-Lewis. “No se atreven a subir impuestos a contribuyentes de rentas altas porque son sus votantes”.
* Es licenciado por la London School of Economics en Ciencias Económicas y Sociología y en Periodismo por El País UAM. Ha sido corresponsal de La Vanguardia en Nueva York. Ha trabajado en España para Cinco Días, Business Week, The Guardian, The New Statesman, Ajo Blanco. Ahora escribe para La Vanguardia y The Nation.
FUENTE : LA VANGUARDIA. COM
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