¿Nuevo crack bursátil mundial?
Por Germán Gorraiz López
La burbuja actual sería hija de la euforia de Wall Strett (y por extrapolación del resto de bolsas mundiales) tras los resultados de los llamados "test de estrés" de las entidades financieras llevadas a cabo por la Administración USA; de la llegada de pequeños y medianos inversores tras el estallido de la burbuja inmobiliaria y de la bajada espectacular de los rendimientos de Fondos de Inversión y Renta fija y en especial del regreso a los parqués de los brokers especulativos a la caza de gangas virtuales tras el hundimiento del precio del petróleo y las commodities agrícolas en el Bienio 2008-2010.
Génesis de la burbuja:
Racionalidad limitada: La desconexión con la
realidad por parte de los inversores les llevaría a justificar la
exuberancia irracional de los mercados ( creándose un mundo virtual de
especulación financiera que nada tendría que ver con la economía real) y
a extrapolar las rentabilidades actuales como un derecho vitalicio lo
que unido a la pérdida de credibilidad de las agencias de calificación
como Moody's (al no haber predicho la actual crisis), coadyuva a que el
mercado permanezca insensible al recorte de rating de las compañías que
cotizan en la bolsa.
Especulación: El proceso especulativo impulsa
a comprar con la esperanza de sustanciosas ganancias en el futuro, lo
que provoca una espiral alcista alejada de toda base factual,Así, el
precio del activo llega así a alcanzar niveles estratosféricos hasta que
la burbuja acaba estallando (crash) debido a la venta masiva de activos
y la ausencia de compradores, lo que provoca una caída repentina y
brusca de los precios,( hasta límites inferiores a su nivel natural)
dejando tras de sí un reguero de deudas ( crack bursátil)
Incertidumbre sobre el nivel suelo de los valores bursátiles:
Un inversor está dispuesto a pagar un precio por una acción si le
reporta dinero en el futuro, por lo que el valor de dicha acción es el
total de flujos esperados. El nivel suelo de las Bolsas mundiales,
(nivel en el que confluyen beneficios y multiplicadores mínimos), se
situaría en la horquilla de los 8.000 y 9.000 puntos en Mercados
Bursátiles como el Dow Jones , y de 6.000-7.000 en el Ibex 35, debido a
la mayor virulencia y profundidad que presenta la crisis económica y
muy lejos de los estratosféricos techos actuales.
Repunte de las commodities: El repunte
generalizado en los precios de los commodities podría reflejar un cambio
en la tendencia de las condiciones económicas dentro del escenario
mundial. Así, en febrero la cotización del petróleo reportó la mayor
subida mensual ( 7,5 %), seguido de la soja (subidas del 6,1 %) y en la
nueva senda alcista de los productos agrícolas no sólo influye la
recuperación del petróleo, sino que también juegan algunos factores
coyunturales, como las malas condiciones climáticas (sequías, falta de
humedad y bajas temperaturas) que se registraron en las principales
zonas productoras del mundo y el regreso de la especulación de la mano
de los fondos de inversión. .
¿Hacia el crack bursátil?: Según fxstreet.es,
el Eurostoxx 50 tendría una caída del 2.59%, seguida de la del CAC 40
francés, que perdió un 2.47% , el DAX alemán perdió un 2.36% y Milán un
3,43 % siendo superados con holgura por el Ibex 35 que se ha
desplomado un 3,58% al cierre de mercado , lo que representa una
pérdida semanal del 5,35 % y el retorno a mínimos de marzo de 2009, (en
los 7.250,6 enteros) , lastradas por la desaceleración del crecimiento
en China (8, 1 % interanual en el primer trimestre) y las persistentes
tensiones en la zona euro.
Ello unido al incesante aumento de la Deuda externa contribuirá a que
la prima de riesgo aumente y el crédito siga sin fluir con normalidad a
unos tipos de interés reales, lo que aunado con el hecho de que los
diferenciales de rentabilidad entre las emisiones de deuda pública entre
los diversos países del primer mundo han aumentado en los últimos
meses, (lo que conlleva un encarecimiento y mayores dificultades para
obtener financiación exterior) y la adopción de medidas extraordinarias
de la Fed como implementar medidas cuantitativas (Quantitative Easing )
para incrementar la base monetaria y permitir la devaluación factual
del dólar para estimular las exportaciones, podría agudizar el riesgo evidente de estancamiento de la crisis económica .
Por otra parte, no sería descartable una subida de tipos de interés por parte del BCE en el segundo semestre del 2012 , motivada
por el riesgo de un escenario de estanflación en la Eurozona para el
2012, al conjugarse las tensiones inflacionistas ( 2,6 % en el primer
trimestre del 2012) con el regreso a escenarios ya olvidados de Double
Dip ( crecimiento negativo del PIB del 0,5 % ).
Dicha subida tendría un inmediato impacto en hipotecas y préstamos
bancarios, lo que aunado con la inevitable depreciación del euro frente
al dólar debido al riesgo de un default controlado de Grecia, Irlanda , Portugal , Italia y España, las dudas sobre la capacidad de endeudamiento de EEUU , el estallido de la burbuja inmobiliaria en China
(los expertos estiman que de producirse dicho crash causaría un impacto
a nivel global 10 veces superior al que provocó el colapso del emirato
petrolero de Dubai), el alza galopante del precio del crudo (rondando el
Brent los 115 $ debido a factores geopolíticos desestabilizantes) , el
regreso de la especulación en las commodities agrícolas de la mano de
los fondos de inversión ante el actual crash bursátil europeo y el
elevado endeudamiento de las empresas podría producir un nuevo crack bursátil en el 2012 .
Dicho crack tendría como efectos
benéficos el obligar a las compañías a redefinir estrategias, ajustar
estructuras, restaurar sus finanzas y restablecer su crédito ante el
mercado (como ocurrió en la crisis bursátil del 2000-2002)
y como daños colaterales la ruina de millones de pequeños inversores
todavía deslumbrados por las luces de la estratosfera, la inanición
financiera de las empresas y el consecuente efecto dominó en la
declaración de quiebras , frecuentes estallidos de conflictividad
laboral e incrementos de la tasa de paro hasta niveles desconocidos
desde la época de la II Guerra mundial aunado con incrementos
espectaculares del déficit Público y de la Deuda Externa .
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