Los economistas recortan su previsión de crecimiento para Estados Unidos




La administración Obama está dispuesta a hacer todo lo posible por conseguir garantizar el crecimiento de la economía estadounidense, aunque ello conlleve seguir gastando dinero y aprobando medidas pese a que todavía no se han acabado los fondos de su plan de estímulo.

La Casa Blanca parece haberse olvidado que el Acto de Recuperación e Inversión Económica aprobado en febrero del año pasado, todavía no ha impactado de lleno en el país. De hecho, según datos de la publicación ProPublica, el 35% de los 787.000 millones de dólares de dicho estímulo no se han gastado o están a la espera de aportar su granito de arena a la maltrecha recuperación de EEUU.

Un total de 278.000 millones de dólares podrían ser utilizados por el gobierno estadounidense de aquí a que finalice el año, algo que podría impulsar la actividad económica de aquí a que termine el año.

Sin embargo, pese a este hecho y las nuevas medidas anunciadas por el presidente de EEUU desde Ohio, una encuesta realizada por la agencia Reuters entre 70 economistas apunta que los expertos han rebajado enormente sus expectativas de crecimiento para la economía de EEUU durante la segunda mita del año.
Menos crecimiento

En el tercer trimestre del año el PIB norteamericano crecerá alrededor de un 1,8%, sólo dos decimas más que el trimestre anterior. En lo que respecta a los tres últimos meses del año, cuando el resto del dinero del plan de estímulo debería hacer efecto, la economía sólo crecerá un 2,1%. En el conjunto de 2010 la expansión de la economía de EEUU alcanzaría el 2,7%.

Estas cifras distan de las previstas por los economistas el pasado mes de agosto, cuando esperaban un crecimiento de la economía en el tercer trimestre del 2,4% y del 2,5% en el último trimestre del año.

De momento, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, continuó con su particular cruzada contra la tímida recuperación norteamericana y puso el pie en Cleveland, Ohio, donde dio a conocer sus nuevas recetas para alimentar el crecimiento económico. Mientras el mandatario reconocía que "el progreso está siendo dolorosamente lento", el Libro Beige de la Reserva Federal confirmaba que el enfriamiento de la actividad económica comienza a contagiarse a distintas regiones del país.

A los incentivos fiscales para las empresas, la desgravación fiscal para Investigación y Desarrollo y la nueva partida de 50.000 millones de dólares en inversión en infraestructuras, el mandatario añadió un ataque en toda regla contra los individuos y familias más adineradas, que suponen el 2% de la población.
Recorte de impuestos

Cabe recordar que los republicanos, algunos demócratas y diversos economistas proponen que Obama prorrogue el recorte de impuestos sobre la renta que adoptó su predecesor, George W. Bush. La Casa Blanca tiene intención de renovar dichos recortes, que expirarán en diciembre, pero sólo para la clase media y trabajadora del país, dando de lado a los individuos que ganen más de 200.000 dólares anuales y a las familias cuyos ingresos superen los 250.000 dólares al año.

"Con las presiones presupuestarias que tenemos, los republicanos quieren que gastemos 700.000 millones de dólares en la próxima década para reducir 100.000 dólares en impuestos a personas que ya son millonarias" justificó Obama en referencia al coste que tendría la medida y su impacto en el déficit norteamericano. "No es para castigar a los más acomodados, es porque no podemos permitirnos su coste", añadió.

Con esta bofetada a los millonarios y al partido republicano Obama aseguró que sus nuevas propuestas garantizarán el crecimiento de la economía a largo plazo pero generar puestos de trabajo de forma casi inmediata. De momento, la suma total de las medidas presentadas asciende a 180.000 millones de dólares. El trio de ases incluye 100.000 millones de dólares en desgravaciones fiscales por I+D, otros 30.000 millones de dólares en descuentos fiscales para inversiones en maquinaria y un plan de infraestructuras que se financiará con 50.000 millones de dólares.
Los republicanos, descontentos

Sin embargo, los legisladores republicanos, quienes tradicionalmente respaldarían este tipo de iniciativas, no se han mostrado demasiado contentos con la oleada de recortes de impuestos del presidente. Una nueva encuesta realizada por el Washington Post y ABC News indicó que por primera vez los estadounidenses piensan que las medidas de Obama han dañado la economía mientras el 52% de los encuestados no aprobó la gestión del mandatario.

Bajo estas circunstancias, los republicanos no quieren dar un respiro a la Casa Blanca y a los demócratas de cara a la carrerera por obtener el control de la Cámara de Representantes. El líder de la oposición en el Senado, Mitch McConnell aseguró que "existe excepticismo porque después de aprobar un estímulo de un billón de dólares, no se han creado los 4 millones de empleos prometidos ni se ha rebajado la tasa de paro".

FUENTE : EL ECONOMISTA.ES

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