Primero Grecia, ¿ahora España?


The Economist plantea esta pregunta en momentos en los que existe el temor de que España siga los pasos de Grecia. Esto, después de que el mercado bursátil español ha presentado pérdidas durante febrero y la prima de riesgo de los bonos españoles ha sufrido subidas considerables.

Algunas voces reclaman de que España está siendo víctima de ataques especulativos. Lo cierto es que la economía española no se puede comparar con la griega. En primer lugar, su deuda pública se encuentra por debajo de los niveles de Gran Bretaña o los Estados Unidos. Además, España no tuvo que salir al rescate de su sector bancario.
“El problema es que ante el temor de un contagio financiero, los mercados han reaccionado de forma muy volátil”, reconoce el semanario británico. Sin embargo, existen razones válidas por las que los inversores muestran cierta preocupación por España.
Una de ellas, es la alta tasa de desempleo que alcanza ya el 19,5 por ciento (el porcentaje más alto en Europa). Además, la economía española aún se encuentra en recesión y no presentará signos de crecimiento hasta quizá el próximo año. Sin olvidar que su déficit fiscal aumentó un 11,4 por ciento del PIB el año pasado, después de que la crisis provocara un incremento en el gasto público y golpeara los ingresos del Estado.
El riesgo de que España termine como Grecia “dependerá de qué tan rápido este país regrese a la senda del crecimiento”, opina The Economist. Si el Gobierno español sufre un mayor aumento en su deuda pública, provocaría una situación insostenible al estilo griego. Por lo que ha llegado el momento de que el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, “deje de gastar el dinero público a manos abiertas y evite la ruina de España”, arremete el semanario.
Cuando comenzó la crisis mundial, el gobierno de Zapatero falló en predecir sus alcances y consecuencias, percibiendo a esta situación como una especie de ‘recesión importada’ de la cual España podría salir sin un rasguño. Sin embargo, los problemas ya se encontraban en casa: se forjó una enorme dependencia del ‘boom’ de la burbuja inmobiliaria y de las bajas tasas de interés que acompañaban al euro.
Es por ello que ahora, el crecimiento de España tendrá que provenir de la inversión en otros sectores de la economía, incluyendo sus exportaciones. Algo que no será fácil de cumplir, ya que la economía española se ha vuelto de ‘baja productividad’ y ‘altos costos’. Lo que está provocando que los negocios pierdan competitividad.
Como muchas veces ha sugerido la prensa internacional y en particular The Economist: “España necesita una reforma que libere al mercado laboral”. De lo contrario, las empresas seguirán reacias a crear nuevos puestos de empleo y contratar a trabajadores fijos, y preferirán mantener a un grupo de trabajadores temporales y fomentar la masa de desempleados.
Para lograr una reforma en el mercado laboral, impulsar la economía y limitar el gasto público, la revista británica concluye que España debería de seguir el ejemplo alemán o el de anteriores gobiernos españoles, que lograron acordar pactos nacionales con la participación de los sindicatos, las empresas y los principales partidos políticos.
“Zapatero tiene pocos meses para demostrar que es capaz de tomar las decisiones necesarias para prevenir que su país sufra años de estancamiento económico”, dice el británico. De no lograrlo, será tiempo de que la gente se pregunte por qué sigue ocupando el palacio de la Moncloa.

AUTOR : C. ALVA
FUENTE : EXPANSION . COM

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