“Mientras sigamos en el euro, se acabaron los clavos ardiendo y se acabó el autoengaño…”

  


Por Carlos de Azaba


Algo no hacemos bien cuando las tasas de paro en tiempos de recesión son superiores al 20% en los últimos 30-35 años, volviendo siempre al punto de partida una y otra vez. Es como si las fases de expansión de la economía española fuesen espejismos transitorios sin una sólida base, arrancadas de caballo y paradas de burro. Es como si tuviésemos un serio problema que no acabamos de afrontar y resolver, un serio problema que en ocasiones conseguimos esconder temporalmente agarrándonos a algún que otro clavo ardiendo, tales como devaluaciones monetarias, turismo, ladrillo y crédito. Siempre hemos encontrado algo para ocultar el problema y perpetuar el autoengaño. Mientras sigamos en el euro, se acabaron los clavos ardiendo y se acabó el autoengaño, estamos frente al problema y no podemos esquivarlo más.

El problema original…

   Falta de productividad, falta de generación de valor.
   Simplemente, que no fácilmente, necesitamos un montón de empresas capaces de competir en un mundo global y NO por el lado de los salarios, este camino esta cerrado por chinos, indios y demás, sino por el lado de las ideas, el diseño, la tecnología y nuestras ventajas competitivas. No es entendible, por poner un ejemplo, que en un planeta global el precio de los productos del cerdo ibérico (tenemos la exclusividad mundial) este casi en caída libre desde que la demanda nacional no acompaña. Algo no estamos haciendo bien.
   Me comenta un amigo desde una localidad de Almería la historia de una familia que decidió no entregar a otros países el valor que generaban los olivos de su cortijo familiar . Hoy es una empresa que elabora su propio aceite de oliva de alta calidad, presentado en pequeñas botellas, con una marca muy muy atractiva y que exporta a varios países europeos. Ahora el valor se queda en casa. Son pequeños ejemplos pero ese es el camino.

   Y no es demasiado importante que la demanda global esté en retroceso. Lo realmente importante es que nuestro trozo de esa tarta cada vez sea mayor.
   El turismo y el ladrillo “razonable” siempre serán sectores importantes en nuestro país por nuestras características geográficas y climáticas. Tenemos lo que otros nunca podrán tener y podemos tener lo que otros tienen. ¿se imaginan un sector secundario español altamente productivo capaz de generar bienes de alto valor demandados por un mundo global?.   En este caso si que podríamos hablar de champions league.

La consecuencia del problema aderezado con toneladas de crédito… 

   En cierta ocasión Warren Buffett afirmaba “me quita el sueño el déficit comercial de USA”. Seguro que su trocito de USA en empresas cotizadas no son coparticipes de ese déficit comercial y venden sus productos en un mundo global. Empresas que acumulan beneficios en dólares, quizás esto es lo que le quita el sueño.
  El déficit fiscal es un tumor benigno que simplemente hay que estirpar, eso sí, por el lado del gasto y asumiendo las consecuencias inevitables  que A CORTO PLAZO tendrán sobre el crecimiento económico. Pero el déficit comercial es un cáncer con metástasis. Por el déficit comercial se muere y con la consiguiente financiación crediticia te quedas en coma durante algún que otro lustro hasta que seas capaz de generar ahorro (superávit comercial) para desapalancarte. Cuando esto suceda la maquinaria volverá a funcionar de forma sostenida y habremos salido del coma.
   El gran problema a corto plazo, como comentaba en ocasiones anteriores, es que la maquinaria no puede generar para atender lo que debemos y además cada vez debemos más. El coma cada vez es más profundo, el problema cada vez es mayor. Ya empiezan a oírse algunas voces pero es cuestión de tiempo que los acreedores globales TENGAN QUE ASUMIR SUS PERDIDAS de forma ordenada. ES INEVITABLE Y DESEABLE. Únicamente están ganando tiempo. De esto cada vez se hablará más. Y no se preocupen por las reticencias globales a financiarnos. Esto es precisamente lo que necesitamos, aprender a valorar nuestro ahorro y asignarlo con criterio, sin más deudas. Les aseguro que cuando el ahorro mande y nuestras empresas sean competitivas los inversores internacionales querrán participar en los beneficios.

Soluciones…

   Ahorro. Para crecer y con ello poder desapalancar nuestra economía. No hay otro camino. Las reformas estructurales sólo pueden ayudar y no todas y no de cualquier manera. Buscar competitividad con salarios es el camino de la perdición en el entorno global actual (las viejas recetas no sirven), buscarlo con ahorro el camino del éxito.  Que yo sepa, retribuyen mejor a sus trabajadores y accionistas las empresas que más valor generan.
   Además, el ahorro es el gran elemento que concede FLEXIBILIDAD  a una economía y por tanto, capacidad de adaptarse y transformarse rápidamente, capaz de salir de una crisis en el menor tiempo posible. Pensemos en una empresa cuyo crecimiento se ha fundamentado en ahorro y que por diversas circunstancias el negocio empieza a no ir bien. En el peor de los casos, los socios deciden cerrar liquidando existencias y pagando a todo el mundo, sin daños colaterales a proveedores comerciales y financieros. Listos para emprender un nuevo negocio. Pensemos ahora en una empresa con crecimientos en base a deudas que le sucede lo mismo. Los daños colaterales para trabajadores, proveedores comerciales y Entidades financieras son enormes. En ello estamos.
   Sin contar patadas hacia delante (que acaban siendo hacia detrás) no veo otra manera de salir de esta, con participación de acreedores internacionales y ahorro. Solo así llegaremos al fondo de esta crisis y empezarán a pasar cosas buenas. Con estos ingredientes la recuperación no sólo es posible, sino que es INEVITABLE.

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