Las divisas y el fallo asimétrico
Existe una grave asimetría en el proceso de ajuste de los desequilibrios globales en el sistema monetario internacional: los países con déficit por cuenta corriente tendrán que ajustar cuando se queden sin reservas de divisas y/o los vigilantes de los bonos impongan disciplina en el mercado.
Una excepción parcial sería Estados Unidos, que hasta el momento se ha beneficiado de su "exorbitante privilegio". Sin embargo, los países con excedente no sienten casi ninguna presión para ajustar y reducir sus superávits por cuenta corriente o dejar de intervenir para evitar que sus monedas se aprecien.
El sistema monetario internacional presenta un grave fallo asimétrico. La situación conduce a una escasez de demanda agregada global cuando los desequilibrios se enconan demasiado tiempo. Puesto que los países con déficit gastan menos y ahorran más cuando se les fuerza a ajustar, y a los países con excedente no se les puede obligar a reducir sus ahorros e hinchar el consumo, faltará más demanda agregada global cuando estallen las burbujas que forzaron a los países deudores a desapalancar.
Esto fue un problema en los años 30 que el documento fundador del Fondo Monetario Internacional, los artículos de 1945, no fue capaz de resolver. Hasta hoy, el FMI carece de palanca en los países con excedente y/o los países con amplio déficit (Estados Unidos) que no necesitan su apoyo económico.
Por todo ello, cuando estallen las burbujas de los activos, obligando a los países con déficit a desapalancar, puede desarrollarse un sesgo depresivo y deflacionario en la economía global.
AUTOR : Nouriel Roubini es presidente de RGE y profesor de la Universidad Stern de Nueva
York.
FUENTE : EL ECONOMISTA.ES
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