El FMI nos da razones por no dar ayudas
Como sabemos por lo comentado en estas páginas, el Fondo Monetario Internacional (FMI) está siguiendo la política de San Agustín: “Señor, hazme casto, pero todavía no”. Es decir, las ayudas estatales hay que frenarlas pero todavía no.
No obstante, parece que se ha dado cuenta que hay razones por qué dar ayudas no es buena idea y nos da tres razones por qué las ayudas estatales al sector privado son malas, que son las siguientes:
- Cuando entidades privades reciben apoyo estatal, explícito o implícito, como en el caso de organizaciones que son demasiado grandes para permitir su caída, too big to fail, esto incentiva a los directivos a arriesgarse más de lo que harían normalmente. Esto en inglés se llama moral hazard, y existe porque los directivos saben que si les sale bien la apuesta, ganarán mucho en sueldos millonarios y en avances en sus carreras pero, si les va mal, el gobierno está ahí para salvarles. Así ha pasado.
- Las ayudas estatatales van dirigidas a empresas y directivos fracasados, utilizando fondos públicos. Con las ayudas, estas empresas y directivos fracasados estarán en mejor situación para competir con empresas buenas que no han fracasado pero que se encuentran compitiendo con malas empresas respaldadas por dinero público. Las empresas fracasadas compiten en condiciones priviligiadas que, en muchos casos, lleva a las buenas empresas a experimentar dificultades.
- Las ayudas estatales resultan en cargas fiscales y deuda estatal que, por una parte, limita las posibilidades de los gobiernos a invertir en otras partes y, dos, exige a los gobiernos a entrar a competir con empresas privadas en los mercados financieros.
Para evitar estos riesgos en el futuro, el FMI nos dice que hay dos caminos a seguir, el de la prevención y el de mejor gestión de los problemas, si surgen.
En la prevención para el sector financiero, exigen más capital y liquidez y más regulación sobre los tipos de negocios que pueden emprender y sobre los riesgos que deben permitirse asumir.
Es bueno ver que ahora se está dando importancia a la buena regulación, reflejado en los pasos descritos, ya que los reguladores han sido los culpables principales de lo que nos llevó a la crisis y se ha seguido buscando culpables en otras partes excepto donde estaba la culpabilidad.
En la parte de esquemas de resolución si a pesar de todo caen en dificultades, que todas las entidades mantengan una carta de defunción, donde elaboran en rasgos generales los pasos que se deberían seguir para cerrar el banco, se debería mantenerles abiertos como contrapartidas, evitando que sus homólogos no caigan por el hecho de que este cierre de la noche a la mañana. Seguir este camino con Lehman Brothers hubiera evitado el desplome de confianza que causó su cierre.
No mencionan también, como deberían haber hecho, el cambio radical del accionariado y de los directivos de las entidades en dificultades.
Onésimo Alvarez-Moro
FUENTE : EL BLOG DEL SALMON
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