La conservación del medioambiente y la biodiversidad de la papa
El tema del medioambiente abarca todo el mundo en una constelación de formas y problemáticas. Uno de ellos, de mucho interés aquí en el Perú últimamente, es la biodiversidad. La profunda variedad de regiones naturales que posee el territorio nacional es ampliamente reconocida. En el caso de la agricultura, uno de lo más sobresalientes ejemplos de dicha biodiversidad es la papa. Se estima que el Perú tiene entre 2.000 y 2.500 variedades nativas de papa . La pregunta coyuntural es: ¿cómo sostener dicha biodiversidad? Dado el numero de productores, variedades y centros de producción que hay en el país, no se puede pensar que una sola medida, decreto ley, proyecto o programa será suficiente para cubrir los varios aspectos de la problemática. Más bien, se puede contemplar la necesidad, sino utilidad, de un cierto portafolio de iniciativas: públicas, privadas, nacionales, internacionales, científicas y comerciales para, en su conjunto, lograr la conservación de la biodiversidad de la papa en el país. Dicho portafolio podría tener varios objetivos; por ejemplo, seguridad alimentaria, crecimiento y responsabilidad social. CONSERVACIÓN IN SITU Y EX SITU Por siglos, la biodiversidad de la papa se mantuvo gracias a los esfuerzos de los productores que cultivaban y conservaban las papas en sus propios campos o in situ, practicando estrategias de rotación de campos, semillas, de intercambio de tubérculos, con otros productores, entre otras actividades para tal fin. Desde el siglo pasado, varias organizaciones –públicas, privadas, nacionales, internacionales– han empleado diferentes técnicas o estrategias para mantener dicha biodiversidad. La mayor parte de estas con el fin de identificar y después tener acceso seguro y continuo a los genes de esas variedades, en un proceso acelerado de desarrollar nuevas variedades “«mejoradas». En la gran mayoría de los casos, dichos esfuerzos se orientan a la búsqueda de mejores rendimientos, mejores ingresos y como una forma de responder a la creciente demanda de alimentos. Para garantizar eso y evitar que una o otra variedad desaparezca para siempre, como consecuencia de una helada, sequía, o huaico, en un campo particular, se han establecido colecciones de variedades nativas para conservarlas ex situ . En el Perú, varias instituciones mantienen colecciones de papas nativas y en varias formas. El Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) tiene material en sus estaciones experimentales; asimismo, hay colecciones de papas nativas en las universidades y las organizaciones no gubernamentales . Por ejemplo, la ONG Ideas, en Cajamarca, trabaja con más de 130 variedades nativas. Muchas de estas organizaciones –INIA, universidades, ONG– trabajan con productores «conservacionistas», es decir, productores que se dedican a producir y mantener sus colecciones de papas nativas particulares. Además, el Centro Internacional de la Papa (CIP) mantiene la colección mundial de papa que incluye no solamente todas las papas nativas del Perú, sino también las variedades nativas de otras países, como Bolivia. El sistema manejado por el CIP está respaldado por colecciones idénticas mantenidas en otras partes del mundo . CONSERVACIÓN VÍA LA COMERCIALIZACIÓN Las preocupaciones sobre la biodiversidad cobraron mayor atención con el creciente reconocimiento del problema del cambio climático. Con ello surgió un renovado interés en lograr la conservación deseada y su relación con preocupaciones vinculadas al problema de la pobreza rural absoluta en el país. En ese sentido, se ha notado una correlación en la sierra alta (≥ 3.500 msnm), donde hay una mayor incidencia del cultivo de variedades nativas, entre la producción de papa, y la concentración de pobreza rural absoluta. Por décadas, los investigadores han notado una tendencia entre los productores de papa –inclusive entre los que cultivan mayormente variedades adaptadas por sus altos rendimientos– de mantener el cultivo de algunas variedades nativas para su propio consumo, dado sus superiores atributos culinarios y nutritivos. En los últimos años, sin embargo, han surgido claros indicios de que hasta los pequeños productores de papas nativas tienen interés en desarrollar mercados para sus papas, así como hay interés por parte de los consumidores de consumirlas. Hoy, un creciente número de actividades, organizaciones y empresas ofrecen incentivos monetarios a los productores para que continúen sembrando sus papas nativas, como una forma de conservación vía la comercialización. Entre los ejemplos más antiguos, se encuentra la venta de papas amarillas al por mayor, en Lima, desde más de medio siglo. Si embargo, las prácticas de venta tradicional empezaron a cambiar en 1996, cuando una pequeña empresa lanzó una nueva forma de presentar la papa amarilla para la venta al por menor: lavada, seleccionada, envuelta con una malla de plástico . Se lanzaron varios esfuerzos para mejorar la producción y comercialización de la tunta en la sierra sur del país. Sobre la base de los consejos de los técnicos agroindustriales y la retroalimentación de consumidores urbanos y chefs, se publicó un guía de buenas prácticas para la producción artesanal de la tunta y una norma técnica peruana de tunta. En la actualidad, se estima que se utilizan 126.000 tm de papa al año, aproximadamente, para la producción de tunta . El producto final tiene como destino no solamente el autoconsumo, sino también ventas en el mercado nacional y la exportación, básicamente a Bolivia. Otras iniciativas relacionadas con las papas nativas que se encuentran en pleno proceso de desarrollarse incluyen: a) la producción de puré de papa amarilla instantánea, b) los intentos de reproducir la experiencia de las comunidades campesinas del Parque de la Papa en Pisac (Cuzco), donde las mujeres de las comunidades han hecho un restaurante para preparar platos a base de papa, utilizando sus papas nativas y recetas locales, con la intención de promover la creación de rutas turísticas gastronómicas en toda la sierra, y c) el compromiso de la Asociación Peruana de Gastronomía (Apega) de continuar su apoyo a los pequeños productores de papa, con la difusión de información, recetas y actividades en restaurantes, festivales gastronómicos, programas de televisión y revistas especializadas en el consumo. CONSERVACIÓN VÍA EL PAGO PARA SERVICIOS AMBIENTALES Hay productores que por diferentes razones (aislamiento geográfico, por ejemplo) no pueden participar en las iniciativas para conservar sus papas o para promover la comercialización de papas nativas. Dada esta situación, hay una propuesta de evaluar la factibilidad del pago por servicios ambientales en el caso de las variedades de papas nativas. Si bien esta idea es nueva en el Perú y genera toda una serie de preguntas sobre quién(es) pagará(n) por dichos servicios, cómo, dónde, en qué forma, a cuántos productores, por cuánto tiempo, etcétera, se puede contemplar que dicho programa podría formar una parte, aunque de manera limitada y experimental, de un portafolio de conservación de la biodiversidad de la papa en el futuro. En resumen, hay toda una serie de actividades, actores y alianzas que hace un buen tiempo ya están funcionando, otros están en proceso de desarrollo o se encuentran en la etapa de discusiones preliminares para lograr la conservación de la biodiversidad de la papa en el Perú. Dicha variedad de iniciativas y programas, en su conjunto, constituye un cierto portafolio de inversiones públicas, privadas, nacionales e internacionales para tal fin. Entre las tareas que faltan hacer como parte de su mantenimiento, tenemos: 1) La necesidad de expandir el registro legal ante el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad Agraria) de las variedades de papas que existen en el Perú. 2) Continuar con la evaluación de factibilidad no solamente técnica sino también económica, de nuevos productos y mercados para las papas nativas. 3) Una mayor difusión de los resultados logrados de las iniciativas implementadas hasta la fecha, para mejorar la sinergia entre los actores actuales y los potenciales, así como las actividades. 4) En el contexto de esas actividades y los nuevos acuerdos, como el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, buscar la manera de institucionalizar el proceso como parte de una estrategia más amplia para el desarrollo del sector papa, para los años que vienen, como ya se ha hecho en los países vecinos . --------- 1. Según Alberto Salas, especialista en taxonomía en el Centro Internacional de la Papa (CIP), el número exacto de variedades nativas peruanas no se puede precisar por el momento, porque se han desarrollado nuevos métodos científicos de identificación y están en proceso de aplicarse al banco de germoplasma que mantiene el CIP. 2. La conservación de las variedades ex situ (o sea fuera de los campos de los agricultores) tiene dos formas: in vivo y in vitro. In vivo es cuando dichas variedades se mantienen sembradas, año tras año, en campos experimentales manejados por profesionales especializados. In vitro es cuando las variedades se mantienen bajo la forma de cortes de las plantas en tubitos de laboratorio, en un ambiente controlado. Dichos cortes son suficientes para reproducir cada una de las variedades. 3. No todas las estaciones y universidades tienen las mismas variedades. Al respecto, el INIA se encuentra en el proceso de sistematizar, en una base de datos nacional, la información sobre las variedades de papas nativas que se encuentran en sus estaciones, en las universidades y en las ONG, entre otras razones, para reducir la duplicidad y los costos relacionados con mantener las diferentes colecciones. Se debe señalar, sin embargo, que varios investigadores han dedicado su vida a esta labor, de lo cual se puede inferir que no es un trabajo de corto plazo. 4. Una de ellas es el nuevo banco de germoplasma ubicado en una cueva bajo el hielo, en la isla de Svalbard, Noruega, cerca el círculo ártico (véase 5. Véase Alarcón, Jorge y Miguel Ordinola (2002). «Introducción y desarrollo comercial de una nueva presentación de papa para autoservicios». En: Mercadeo de productos agropecuarios: teorías y aplicaciones al caso peruano. Lima: CARE, UNALM,-Prisma y S@mconet, pp. 255-266. 6. Anónimo (2008). «Mejorando la competitividad de la tunta». En: Andinotas, Nº 5. 7. Véase, por ejemplo, Instituto Interamericano para la Cooperación Agrícola (IICA) y Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) (1999). Acuerdo de competitividad de la cadena agroalimentaria de la papa. Colombia, Santafé de Bogotá. |
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