Bancos Centrales al rescate
Economist Intelligence Unit
La Jornada
Ahora que las perspectivas de recuperación flaquean en varios países, los bancos centrales inundan la economía global con dinero barato en un esfuerzo por revivir el crecimiento. En las primeras dos semanas de mayo hubo una ola de recortes de tasas de interés, que delataron las preocupaciones de los gobernantes por el ambiente de crecimiento. Es debatible hasta qué punto la liberación monetaria siga siendo efectiva dado el clima actual, pero la economía mundial se repara poco a poco a sí misma después de la crisis de años pasados. EIU prevé al menos cierta recuperación del empuje de las principales economías hacia el final de 2013, lo cual pondrá el escenario para un mejor 2014.
Nuestro más reciente pronóstico mensual mantiene el tono cauteloso sobre la recuperación que hemos adoptado en meses recientes, con pequeñas revisiones a proyecciones específicas. Lo más notable es que hemos ajustado nuestras previsiones de crecimiento para EEUU, Japón y China. En general seguimos esperando que el PIB a tipos de cambio del mercado crezca 2.1% en 2013, igual que en 2012. (En paridad de poder de compra o PPC el cuadro es ligeramente más favorable, pues esta medición da mayor peso a los mercados emergentes de rápido crecimiento.)
Las condiciones en muchas economías son más débiles que a principios de año. El crecimiento de China se redujo a 7.7% anualizado en el primer trimestre de 2013, contra 7.9 en octubre-diciembre. El crecimiento del primer trimestre en Rusia fue de apenas 1.1%, el más lento desde 2009. Sobre todo, las aflicciones económicas de la zona euro seguirán gravitando. Si bien el riesgo de una ruptura catastrófica de la divisa única europea a corto plazo se ha desvanecido, la deuda y la austeridad aún impiden el crecimiento. El desempleo está en niveles récord, e incluso las economías antes resistentes, como Francia, muestran mayores signos de tensión. La incómoda verdad es que la economía mundial no puede salir bien si su bloque económico más grande, la zona euro, está en recesión.
Sin embargo, el cuadro no es del todo desalentador. Es muy probable que China crezca más rápido en los próximos dos trimestres que en el primero, al dejarse sentir los efectos del reciente crecimiento del crédito y del resurgimiento del mercado de inmuebles. Y continuamos esperando un desempeño relativamente bueno de la economía de EEUU, donde los temores de un descenso primaveral se han disipado y los datos del empleo se han revisado al alza. La restricción fiscal podría aún entorpecer la recuperación y sus efectos no deben subestimarse, pero la economía creció a una tasa saludable en el primer trimestre y el gasto de consumo fue boyante. Vemos que los principales cambios posibles a nuestro pronóstico para EEUU serían al alza, y esperamos que el crecimiento se acerque o rebase 3% hacia el final del año.
Las políticas tienen que ver también en la recuperación global. Las tensiones financieras en la zona euro se han aligerado tremendamente en meses recientes, luego del compromiso del Banco Central Europeo de intervenir en forma ilimitada en los mercados de bonos soberanos. El nuevo esquema aún no se aplica, pero su sola existencia ha obrado maravillas. El BCE también recortó tasas de interés a principios de mayo, acción muy emulada en otras partes. Los bancos centrales de Corea del Sur, Australia, Polonia, India y Dinamarca han bajado tasas de interés, y hay probabilidad de recortes en otros países. Al mismo tiempo, la liberación cuantitativa en EEUU, Japón y Reino Unido ha tenido un impacto dramático en el trazo de políticas y en la conducta de los inversionistas, elevando los precios de activos. Sin embargo, la abundante liquidez ha hecho relativamente poco hasta ahora por mejorar el crecimiento global. Los bancos débiles, el arraigado desempleo y los altos niveles de endeudamiento han perturbado la transmisión de políticas monetarias. Pero la situación mejora: los préstamos crecen en algunos países, los bancos reparan sus balances, y las compañías aprovechan las históricamente bajas tasas de interés para acumular efectivo. Como la liquidez de los bancos centrales respalda esos y otros ajustes posteriores a la crisis, el crecimiento debe comenzar a elevarse. Prevemos un crecimiento del PIB mundial de 2.8% a tipos de cambio del mercado (y 3.8 a PPC) en 2014.
América Latina
El crecimiento en la región aminoró en forma sustancial en 2012, y la economía más grande –Brasil, que representa alrededor de 40% del PIB total– está entre los países más afectados. El inesperadamente débil desempeño de China en el primer trimestre causa inquietud entre los productores sudamericanos de bienes primarios, y este mes hemos degradado de nuevo nuestro pronóstico para Brasil en 2013-14. Sin embargo, continuamos viendo la desaceleración de América Latina como cíclica y no estructural, y prevemos que el crecimiento regional repuntará a 3.5% este año y 3.8 en 2014.
Tipos de cambio
El panorama del mercado de divisas está cambiando. En parte esto refleja el debilitamiento del yen en respuesta a la política monetaria de Japón, pero también una aparente disminución del impacto del dólar en el llamado comercio de mayor o menor riesgo, fuerte factor en los movimientos de la moneda de EEUU en años recientes. Este comercio implicaba que los inversionistas vendían los dólares seguros cuando las perspectivas de la economía global mejoraban y volvían a ellos cuando el apetito de riesgo disminuía, pauta que parece haberse debilitado hoy día, en que los inversionistas siguen un curso intermedio entre ambas posiciones. Ahora el dólar se eleva frente a otras divisas porque la economía estadounidense supera el desempeño de las demás en un grado notable. Como la zona euro sigue estancada, mantenemos el optimismo respecto del dólar, para el cual prevemos un promedio de 1.31 por euro en 2013 y 1.29 en 2014, sin variación respecto del cálculo anterior. En cambio, es probable que en los próximos meses rebajemos nuestro yen respecto de la actual previsión de 98.3 por dólar para 2013.
Productos primarios
Hubo una venta masiva de productos primarios a mediados de abril, en respuesta a los débiles datos económicos y a un súbito incremento de temores de inversionistas por el euro, relacionado con Chipre. El oro fue el del peor desempeño, pero también los precios de metales básicos tuvieron una fuerte caída. Dada nuestra previsión de una economía mundial más fuerte en el segundo semestre de 2013, esperamos que el segundo trimestre represente el punto más bajo de los precios de productos primarios, que entonces deberán comenzar a repuntar hacia la segunda mitad. El petróleo promediará 106.6 dólares por barril en 2013. Nuestra previsión del precio del petróleo no ha cambiado; en contraste, hemos reducido el pronóstico para las materias primas industriales en 2013, para reflejar la reciente venta masiva. Los precios de éstas serán esencialmente bajos este año, pero en 2014 aumentarán de modo un poco más fuerte de lo previsto en nuestro pronóstico anterior.
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