Dagong estima que la solvencia de EEUU está "al borde del abismo"


La agencia de notación financiera china Dagong criticó severamente este martes a Estados Unidos y a la Reserva Federal (Fed), al tiempo que bajó la nota de la deuda estadounidense, y cuya solvencia estimó "al borde del abismo".
La agencia china bajó la nota de "AA" ("calidad de crédito muy elevada", según su escala) a "A+" ("calidad de crédito elevada"), con una perspectiva negativa.
En un informe disponible en su sitio web, donde se manifiesta extremadamente pesimista sobre la primera economía mundial, Dagong justifica la baja de la nota de la deuda de Estados Unidos por "el deterioro de su capacidad de reembolso y el fuerte alejamiento del Estado federal de su intención de honrar la deuda".
La agencia china considera que Washington, con la decisión de la Fed de lanzarse a una política de emisión monetaria, hizo bajar en forma deliberada el valor del dólar, decisión que "va en dirección opuesta a los intereses de los acreedores".
"Esencialmente, la depreciación del dólar escogida por el Estado estadounidense indica que su solvencia está al borde del abismo, y que en consecuencia necesita disminuir su deuda con una devaluación conforme a la voluntad nacional", afirmó Dagong en su análisis.

Riesgos imprevisibles

La agencia estimó que "Estados Unidos podría verse enfrentado a riesgos imprevisibles de su solvencia en uno o dos años".
En lo que respecta a la economía del país, Dagong prevé "una recesión a largo plazo".
La opinión de Dagong difiere radicalmente de la de las tres grandes agencias estadounidenses -Moody's, Standard and Poor's y Fitch- que otorgan a Estados Unidos la mejor nota posible ("AAA") y subrayan la flexibilidad de su economía y la estabilidad de sus instituciones.
Estados Unidos negó a Dagong -apoyada en su país por el Ministerio de Finanzas y asociada a la Universidad de Tianjin (noreste de China)- el estatus de agencia de notación al no cumplir con las condiciones impuestas por la autoridad de regulación bursátil, la SEC.

FUENTE : EL ECONOMISTA.ES

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