Implosión monetaria y desapalancamiento financiero, la pesadilla continúa
Por Marco Antonio Moreno.
La bolsa ha caído un 3,4% demostrando que el sistema vive una implosión imparable y que ni las millonarias inyecciones a la banca pondrán fin. Por eso me interesa esta vez abordar uno de los aspectos más incompredidos de la crisis iniciada el año 2007: el apalancamiento financiero. Si a nivel de empresas entendemos el apalancamiento financiero como un problema de endeudamiento, por ejemplo, de dos o tres veces el capital, hay que señalar que el apalancamiento de la banca escapa a la imaginación y que desde la desregulación financiera de los años 80 también escapa a todo el control de alguna autoridad monetaria.
Para comprender el auge del apalancamiento es muy útil esta gráfica para el endeudamiento privado de España, Alemania y Estados Unidos. Fijaros en la velocidad con que este endeudamiento pasa del 100% del PIB al 200% del PIB. Para el caso de Estados Unidos, este proceso tomó 22 años (de 1984 a 2006); para España, sin embargo, el endeudamiento privado pasó del 100% al 200% del PIB en sólo siete años: de 2001 a 2008. Un crecimiento del 10% anual sobre el PIB.
Como muestra la gráfica, el estallido de la crisis financiera marca un punto de inflexión clave en la tendencia de la deuda privada. Si la deuda creció en forma imparable durante tres décadas con la creación de dinero desde la nada (desde los años 80 como muestra la gráfica), el colapso del sistema lo demarca la evidencia del fraude financiero que quedó al descubierto. Este es el proceso que buscan completar las políticas de los bancos centrales con sus billonarias inyecciones de dinero, pero cae en la doble trampa de que sin una economía real que funcione, el sistema financiero pierde todo sentido; y la legitimación de esa deuda inflige un castigo a todos los contribuyentes. Es, una vez más, la socialización de las pérdidas que vemos tras cada rescate a la banca. Para comprender este fenómeno de implosión monetaria hay que despejar ese concepto tímidamente abordado y que es medular en el contexto de esta crisis: el desapalancamiento financiero.
Apalancamiento financiero: la creación de dinero desde la nada
Como señalé en el post Cómo el sistema financiero creó la deuda y nos arrastró a donde estamos ahora, la banca privada crea dinero a través del sistema de reserva fraccionaria con una de las más símples fórmulas matemáticas: m=1/r, donde el multiplicador monetario, m, es el resultado del nivel de reservas exigidas, r, en porcentaje. Un nivel aceptable de r, por ejemplo 0,1, representa un nivel de reservas del 10%, lo que indica a su vez que cada euro real de la economía ha sido multiplicado diez veces.
Si nos fijamos en la gráfica de este post, los niveles de apalancamiento de la banca europea se instalaron en el nivel de 20 y 30, lo que indica un r entre 0,05 y 0,033. Veamos el caso más común, de r=0,05. Esto indica que por cada euro, la banca ha creado 20 euros desde la nada. Ningún sector de la economía goza de tal privilegio y todos quienes trabajamos en la economía real sabemos que la creación de nuevo valor es producto de un complejo proceso de transformación de insumos en productos. Y nunca el resultado final de los factores productivos llega a ser 20 o 30 veces su costo.
Veamos ahora el caso de la banca estadounidense. Bancos como CityGroup o Goldman Sachs llegaron a niveles de apalancamiento del 100% y más, lo que indica que con cada dolar creaban 100 dólares de la nada. La banca hacía apuestas por 100 millones de dólares con sólo un millón de dólares de capital propio. Si la inversión crecía hasta 101 millones de dólares, la banca doblaba el dinero real, de billetes constantes y sonantes. Esta fue la tónica que alentó el gran volumen de endeudamiento desde los años 90, los años de la desregulación financiera. Y como el negocio era muy rentable, el efecto multiplicador de las ganancias atrajo a una gran cantidad de “inversionistas”. El problema que encierra este fenómeno, es que basta una caída del 1% en el valor de las acciones para que se pierda todo el capital real, y quede solo el dinero ficticio. Por eso que el proceso de desapalancamiento que están llevando a cabo los bancos centrales busca rellenar esos enormes agujeros inventados en el período del auge.
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