En crecimiento, Europa sigue enfermo
La noticia de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha subido sus proyecciones del crecimiento mundial del 4,2% al 4,6% suena muy bien y nos da razones para el optimismo. El problema es que, como todo promedio, los detalles nos dan información que no necesariamente es tan bonita para todos.
Los detalles de los distintos países demuestran que Europa sigue siendo el enfermo de las zonas mundiales.
Como parte de su análisis, el FMI evalúa la economía estadounidense y da una lista de debilidades que su economía continúa sufriendo, debilidades que se ven en otras partes también, y que resumo a continuación:
* El consumo sigue débil.
* El desempleo de larga duración.
* Posible recaída del sector inmobiliario.
* La debilidad de muchos bancos pequeños.
* Limitada liquidez, especialmente para la pequeña y mediana empresa.
* Posible contagio de los problemas de deuda de los países europeos.
Por su alto déficit público dan unas recomendaciones de posibles medidas de incremento de ingresos y reducción de gastos que sirven para otros también, incluyendo los siguientes:
* Reducción en subsidios fiscales, especialmente sobre los intereses en las hipotecas, es decir, las subvenciones fiacales.
* Incrementos en impuestos sobre la energía.
* Un impuesto de consumo nacional, es decir una IVA.
* Un impuesto sobre las actividades financieras.
Parece que el FMI está proponiendo reducciones del déficit estadounidense dando la impresión que no les convencen los argumentos del padrino del despilfarro, el profesor Nóbel Paul Krugman, que sigue pidiendo gastos públicos para defender las economías. Más de lo mismo, aunque lo mismo no ha funcionado hasta ahora, como he criticado en estas páginas.
No es verdad esta impresión. El FMI sigue el camino del profesor Krugman de pensar que gastos estatales, incluso con altos déficitos públicos y crecientes deudas estatales, todavía son necesarios. Es decir, cortar si, pero todavía no.
El FMI concluye hablado de que continúan riesgos en la economía mundial que la puede hacer recaer en dificultades financieras y en recesión económica. El riesgo que destaca es la creciente preocupación por los riesgos soberanos, es decir, el riesgo de que los países no puedan hacer frente a sus deudas.
Espera un momento, la misma institución que sigue fomentando los altos déficitos públicos y crecientes deudas estatales está declarando que la solvencia de los estados es el riesgo de que no puedan hacer frente a sus obligaciones y que no podrán refinanciarse.
Esta disconexión económica de fomentar lo que dices que es el riesgo principal para la economía mundial refleja un problema más psicológico que económico. ¿No se llama esquizofrenia, eso? Como no soy especialista en estos temas médicos, seguro que alguno de nuestros comentaristas nos podrá informar.
Esta misma disconexión se ve también en los que pedían cada vez más gasto estatal, el despilfarro, que he comentado en estas páginas y, cuando no consiguen los resutados que buscan y cuando sólo consiguen altos déficitos públicos y crecientes deudas estatales, piden aún más y más gasolina al fuego.
Los que querían despilfarro lo consiguieron y no han funcionado sus medidas, sólo ha empeorado las cuentas públicas, ¿por qué no cambiar y probar otra cosa? Lo que yo propongo, y he propuesto desde el principio, es distinto, ¿por que no probarlo? Quién sabe, a ver si funciona.
AUTOR : Onesimo Alvarez Moro
FUENTE : EL BLOG SALMON
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