La revolución desde arriba
Por Paul Craig Roberts
Hoy en día la gente de Occidente está experimentando la destrucción de su bienestar, lo que es comparable a lo que el uno por ciento en (la) Roma (Imperial) impuso a sus ciudadanos romanos y a la gente que conquistó. Aquí está cómo el estadístico John Williams (shadowstats.com, 9-12-12) expresa la total destrucción de las esperanzas de los norteamericanos:
“Los consumidores simplemente no pueden cubrir sus necesidades. El ingreso familiar promedio, ajustado a la Inflación, o real, declinó por cuarto año consecutivo, hundiéndose a su nivel más bajo desde 1995. Ajustado por el CPI-U, la lectura de (los ingresos reales en el) 2011 ya estaba realmente por debajo de los niveles considerados a finales de los 1960s y a principios de los 1970s”.
“Al mismo tiempo, a pesar de la naturaleza en curso de las crisis económicas y soluciones-sistémicas, y los efectos del pánico financiero del 2008, la dispersión de los ingresos —el movimientos de los ingresos desde el centro hacia los altos niveles extremos— ha tenido un impacto récord, en lugar de moderado, como se habría previsto durante períodos de crisis financieras. Los extremos en la dispersión de los ingresos presagian generalmente calamidades económicas y en el mercado financiero. Con las actuales circunstancias de un récord extremo, y por encima de los niveles estimados que prevalecieron antes del desplome de bolsa en 1929 y de la Gran Depresión, tiempos cada vez más difíciles son altamente probables en los próximos años”.
El cuadro (en la ilustración) demuestra donde se encuentra el ingreso familiar promedio de la superpotencia de los EE.UU., “la gente imprescindible”, a finales del 2011. Los norteamericanos están como estaban en los años 1967-68. La mayoría de los norteamericanos no pueden pagar las guerras multi-trillonarias en dólares que han peleado por 11 años, ni rescates trillonarios en dólares para pagar las apuestas de casino en Wall Street, cuando sus trabajos de clase media han sido enviados al extranjero por las corporaciones, y todavía esperan tener ingresos personales más altos.
Cerebros lavados
Al parecer, los norteamericanos son la primera gente en la historia que es tan idealista, o (mejor dicho) con el cerebro lavado tan profundamente, que prefieren pagar guerras y rescatar bancos que pagar sus hipotecas y ayudar a sus hijos con la deuda del préstamo estudiantil.
La corte federal en Alemania ha determinado que los alemanes deben ser tan idealistas como los norteamericanos. La corte federal ha emitido una decisión de que es ACEPTABLE que la Unión Europea requiera a los ciudadanos alemanes proporcionar $190 mil millones para pagar a los bancos privados que prestaron demasiado dinero a Grecia.
A cambio de que los bancos de Grecia paguen, al pueblo griego se les ha llevado a la pobreza y a la desesperación. Las pensiones han sido cortadas, los impuestos han sido aumentados, el empleo ha sido recortado, así como los servicios sociales, y se ha aumentos los precios de los servicios eléctricos y de agua. El pueblo griego debe ser destruida para que los bancos europeos privados no pierdan el dinero de sus malos préstamos.
En Occidente la revolución desde arriba ha tenido éxito. La gente es re-esclavizada. La tierra prometida es una tierra prometida únicamente para el uno por ciento.
Hoy en día la gente de Occidente está experimentando la destrucción de su bienestar, lo que es comparable a lo que el uno por ciento en (la) Roma (Imperial) impuso a sus ciudadanos romanos y a la gente que conquistó. Aquí está cómo el estadístico John Williams (shadowstats.com, 9-12-12) expresa la total destrucción de las esperanzas de los norteamericanos:
“Los consumidores simplemente no pueden cubrir sus necesidades. El ingreso familiar promedio, ajustado a la Inflación, o real, declinó por cuarto año consecutivo, hundiéndose a su nivel más bajo desde 1995. Ajustado por el CPI-U, la lectura de (los ingresos reales en el) 2011 ya estaba realmente por debajo de los niveles considerados a finales de los 1960s y a principios de los 1970s”.
“Al mismo tiempo, a pesar de la naturaleza en curso de las crisis económicas y soluciones-sistémicas, y los efectos del pánico financiero del 2008, la dispersión de los ingresos —el movimientos de los ingresos desde el centro hacia los altos niveles extremos— ha tenido un impacto récord, en lugar de moderado, como se habría previsto durante períodos de crisis financieras. Los extremos en la dispersión de los ingresos presagian generalmente calamidades económicas y en el mercado financiero. Con las actuales circunstancias de un récord extremo, y por encima de los niveles estimados que prevalecieron antes del desplome de bolsa en 1929 y de la Gran Depresión, tiempos cada vez más difíciles son altamente probables en los próximos años”.
El cuadro (en la ilustración) demuestra donde se encuentra el ingreso familiar promedio de la superpotencia de los EE.UU., “la gente imprescindible”, a finales del 2011. Los norteamericanos están como estaban en los años 1967-68. La mayoría de los norteamericanos no pueden pagar las guerras multi-trillonarias en dólares que han peleado por 11 años, ni rescates trillonarios en dólares para pagar las apuestas de casino en Wall Street, cuando sus trabajos de clase media han sido enviados al extranjero por las corporaciones, y todavía esperan tener ingresos personales más altos.
Cerebros lavados
Al parecer, los norteamericanos son la primera gente en la historia que es tan idealista, o (mejor dicho) con el cerebro lavado tan profundamente, que prefieren pagar guerras y rescatar bancos que pagar sus hipotecas y ayudar a sus hijos con la deuda del préstamo estudiantil.
La corte federal en Alemania ha determinado que los alemanes deben ser tan idealistas como los norteamericanos. La corte federal ha emitido una decisión de que es ACEPTABLE que la Unión Europea requiera a los ciudadanos alemanes proporcionar $190 mil millones para pagar a los bancos privados que prestaron demasiado dinero a Grecia.
A cambio de que los bancos de Grecia paguen, al pueblo griego se les ha llevado a la pobreza y a la desesperación. Las pensiones han sido cortadas, los impuestos han sido aumentados, el empleo ha sido recortado, así como los servicios sociales, y se ha aumentos los precios de los servicios eléctricos y de agua. El pueblo griego debe ser destruida para que los bancos europeos privados no pierdan el dinero de sus malos préstamos.
En Occidente la revolución desde arriba ha tenido éxito. La gente es re-esclavizada. La tierra prometida es una tierra prometida únicamente para el uno por ciento.
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