Se propagan las protestas de 'indignados' en Wall Street
Por ANDREW GROSSMAN y JESSICA FIRGER *
Miles de personas marcharon el miércoles por el Bajo Manhattan, en la hasta ahora mayor demostración de fuerza por parte de un creciente movimiento contra las empresas y las instituciones financieras.
Una multitud llenó Foley Square al final de la tarde de ayer, y luego emprendió una lenta marcha a Zuccotti Park, la plaza de hormigón que desde el 17 de septiembre ha sido sede del movimiento conocido como Occupy Wall Street, que en español sería algo así como "Ocupa Wall Street".
Tras la llegada a Zuccotti Park, los manifestantes anunciaron que se dirigían a Wall Street, donde la policía había bloqueado el acceso a los peatones. Los agentes comenzaron a realizar detenciones cerca de las 7:45 de la noche, cuando los manifestantes se sentaron en la acera fuera de las barricadas y se negaron a moverse. Luego de los arrestos, los manifestantes se retiraron a Zuccotti Park, en torno del cual la policía levantó barreras. Un funcionario policial expresó anoche que 28 personas habían sido detenidas, en su mayoría por conducta desordenada.
El número de manifestantes se vio aumentado por miembros de los grandes sindicatos de la ciudad de Nueva York, que en los últimos días dieron impulso a las protestas a través de dinero y participantes. Algunos integrantes del Consejo municipal de Nueva York marcharon con los dirigentes sindicales, avanzando detrás de una pancarta que decía "Somos el 99%". Fue la primera de las protestas con permiso de la ciudad.
Las protestas se han extendido a otras ciudades, en tanto que los políticos, sindicatos y grupos políticos de izquierda han expresado su apoyo.
En Manhattan, Emily Graham, una artista de 39 años de edad, que se unió a las protestas cerca de su casa, dijo que estaba molesta por la contaminación causada por la industria.
"Básicamente estoy cansada de la codicia corporativa", afirmó. "Estoy frustrada con que las empresas puedan contaminar a niveles catastróficos. Consiguen todas los recortes impositivos".
El ambiente resultaba jovial, con música y risas. Mientras los manifestantes ocupaban Zuccotti Park, la gente se asoma a las ventanas para saludarlos con banderas estadounidenses.
Los tambores sonaron de manera constante, a medida que el sol se ponía. Las bocinas de los automóviles se sumaban a la cacofonía.
J. J. Rudisill, un ilustrador que reside en Kensigton, Brooklyn, llevaba sobre sus hombros a Salomon, su hijo de dos años de edad sobre sus hombros. La esposa de Rudisill, Cari Jackson, estaba de pie junto a ellos. "Se trata de su futuro. Tenemos que poner un montón de políticas en su lugar para apoyar a las familias de clase media", opinó.
Wall Street Journal *
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