Banca planea expropiación a gran escala por aumento de morosidad y debilidad de sus balances



  




Por Marco Antonio Moreno
El Blog Salmon



El volumen de la morosidad en los bancos europeos alcanzó los 1,2 billones de euros a fines de 2012, duplicando su nivel existente a fines de 2008. En cuatro años, el volumen de los créditos morosos aumentó de 514.000 millones de euros hasta 1,187 billones de euros, de acuerdo a la última auditoria de PricewaterhouseCoopers (PwC). El deterioro se debe, en buena medida, a la delicada situación económica que viven Irlanda, España, Portugal e Italia. En los próximos años la morosidad seguirá en aumento debido al inestable clima económico que sacude a las economías europeas, y a que aún existen más de 2,4 billones de euros en activos basura que las entidades financieras tratarán de liquidar en vista a la inminente ronda de nuevas pruebas de resistencia por parte del Banco Central Europeo.


El informe de PwC, señala que donde la morosidad es más abultada es Alemania, con un volumen en 2012 de 179.000 millones de euros, igual cifra que el año 2011. En España, la morosidad aumentó bruscamente de 136.000 millones en 2011 a 167.000 millones de euros en 2012. Por el contrario, en Gran Bretaña disminuyó de 172.000 millones hasta 164.000 millones de euros. La semana pasada, el BCE anunció que someterá a examen nuevamente la salud de la banca europea para evaluar de manera más real el tema de la morosidad dado que este tema no ha sido considerado con rigor en las pruebas anteriores.
Estas pruebas tendrán como objetivo reforzar la transparencia de las entidades financieras y subsanar los déficits de provisiones y capital que puedan aparecer de cara a una nueva supervisión bancaria en noviembre del 2014. Los exámenes se prolongarán durante un año y Mario Draghi adelantó que “pasarán los test solo las principales entidades financieras de la zona euro, dado que la transparencia será el objetivo primario de las pruebas”. Se espera que esta valoración fortalezca la confianza del sector privado en la solvencia de los bancos de la eurozona y la calidad de sus balances. Todo esto en aras de cumplir con los requisitos de
Basilea III.

Expropiación a gran escala

De ahí que la banca planea una expropiación a gran escala… y que será completamente legal. Ayer pasó inadvertida la noticia del nuevo espaldarazo a la banca española por 28.000 millones de euros, que forma parte de estas apropiaciones de dinero público. Esto da una pista de la forma en que la banca pretende cambiar el buen dinero de los contribuyentes, por la basura tóxica que encierran sus balances. Un vez más el rescate del sistema financiero será socializado en la mayor expropiación del dinero público. No será ya solo el dinero de los clientes y depositantes sino nuevamente con cargo a los fondos públicos.
Esto demuestra en lo que se ha convertido el sistema financiero con la globalización y la desregulación del dinero virtual. Se está evitando la autodestrucción del sistema financiero por esa vía tan criticada a los Kirchner o los Chávez de la expropiación, esa palabra tan fea e imposible de imaginar en la Europa de Angela Merkel. Sin embargo, esta vez la expropiación se hace a vistas de todos los europeos y nadie dice nada. Lo más increíble es que esta expropiación es de largo alcance y completamente legal.
Esto deja al descubierto la trampa del sistema financiero, que crea dinero de la nada en la generación de préstamos, y pone en movimiento un volumen de dinero de 50 o 100 veces mayor al dinero verdadero, consiguiendo jugosas utilidades con cada transacción, que se reproducen además por la vía de los intereses. Esta maquinaria, conocida también como el esquema ponzi de las finanzas globales, es la gestora de las grandes crisis financieras de las que la actual crisis es uno de sus más claros resultados.
Las bajas tasas de interés promovidas en Estados Unidos en el período de Alan Greenspan, permitieron a la banca mundial acceder al dinero fácil que después colocaban en préstamos hipotecarios en cualquier lugar del planeta (Asia, Europa, América Latina). La crisis asiática de 1997 fue la primera advertencia del caos que desataban los flujos financieros en la creación de burbujas inmobiliarias, pero fue también el estímulo que empleó la banca para ganar dinero extorsionando a los gobiernos. Este hecho no solo dio resultado y enriqueció a bancos como JP Morgan y Goldman Sachs, sino que fue replicado en gran escala con la generación de préstamos inmobiliarios en Europa. Tras cinco años de crisis, la banca europea aún mantiene 2,4 billones de euros en activos tóxicos y deshacerse de ellos es el verdadero cáncer que lastra la recuperación y la salida de la crisis.


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