Los gobiernos deben reducir sus gastos y sus déficits fiscales inmediatamente



Seguimos viendo la continuación de los gastos de los estados, lo que llamo el despilfarro, y los déficits fiscales y la creciente deuda estatal siguen creciendo y siguen preocupando. Adicionalmente, parece que hay un consenso que los gobiernos no deben reducir sus gastos de forma radical y no ahora. El argumento es que hay que mantener el gasto de los ciudadanos y, como consecuencia no hay que reducir el gasto estatal, por lo menos todavía.
No sólo piensan así en la calle. Los keynesianos del Fondo Monetario Internacional han dejado claro que quieren reducciones en los gastos estatales, pero no ahora. También la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha dicho que quiere reducciones de gastos y desde hace tiempo que no le gustan los déficits fiscales pero, en estos momentos, tampoco tienen mucha prisa.
El problema es que, cuando el gobierno se mete en el proceso, lo que hace es reemplazar al sector privado y, por lo tanto, su despilfarro no nos ofrece liquidez nueva como parece que se piensa sólo reemplaza el gasto privado.

Los gobiernos están generando déficits fiscales, que es resultado de gastar más que ingresar. Estos déficits fiscales se tienen que financiar y, para eso, están tomando dinero de los mercados financieros, a través de deuda.
Este dinero tomado de los mercados financieros está perjudicando lo que más necesitamos que es la inversión privada. Con más demanda para financiar la deuda de los gobiernos el coste de financiarse está encareciéndose aún más, haciéndo financiarse más caro y más escaso para el mercado privado que quiere acceder a capital para financiar sus inversiones.
Hace tiempo hablé en estas páginas que es más importante ahorrar que gastar, incluso en estos tiempos de dificultad económica. Este dinero que se ahorra no desaparece, se rentabiliza con préstamos e inversiones y, como dije en mi artículo anterior sobre esto:
El creciente nivel en los ahorros resultará en la reducción del coste de capital que impulsará cada vez más la inversión. Esta inversión resultará en más empleo productivo y, por lo tanto, empleo sostenible.
La inversión es la mejor forma de que el dinero llegue a las manos de las personas, mucho mejor que el despilfarro estatal, ya que es como resultado de inversiones, de creación de empresas, de mejoras de la productividad y de creación de más trabajos sostenibles. El círculo virtuoso que buscamos.
Cuando los gobiernos dejen de gastar, dejarán de imponerse en los mercados de capitales y este capital estará disponible a menor coste para que el mercado privado invierta, crea empleo, para que las personas normales ingresen más y gasten más. Esto es cómo reactivar la economía y prefiero esta alternativa mucho más.
Aunque no lo parezca a muchos, el gasto público exagerado, los déficits fiscales y la deuda pública perjudica el gasto general, el crecimiento y la recuperación, no lo contrario.

AUTOR : ONESIMO ALVAREZ MORO
FUENTE : EL BLOG SALMON

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